jueves, 17 de enero de 2008

«Fidel habló dos horas y yo media» dice el presidente de Brasil Lula da Silva

Fidel Castro está «muy bien de salud» y con «una lucidez como en los mejores momentos», afirmó ayer el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva tras su conversación con el convaleciente líder cubano. Antes de concluir su visita oficial a la isla, Lula precisó que la mejoría es tal que «Fidel habló dos horas y yo media». Poco después, sin embargo, el Comandante ponía límites al optimismo de su visitante: «No disfruto de la capacidad física necesaria para hablarles directamente» a los electores de su circunscripción, dijo. Pero, según su última 'reflexión' publicada ayer por la prensa oficial, no está inactivo: «Hago lo que puedo: escribo». La segunda visita oficial del presidente brasileño a Cuba sirvió para demostrar su amistad con Castro. Fue una de las pocas figuras destacadas que el mandatario caribeño ha recibido desde que delegó sus funciones a su hermano, Raúl, de 76 años, tras una complicada operación en agosto de 2006 a causa de unas hemorragias intestinales. «Estuve con Fidel dos horas y media. Imaginen que conversamos sobre todos los asuntos posibles con un hombre que está con una lucidez increíble», explicó Lula en el aeropuerto, rodeado por el presidente provisional y otros miembros del Gobierno cubano.El líder del Partido de los Trabajadores indicó que «la impresión que me llevo es que Fidel está muy bien. Como en los mejores momentos». Y a continuación agradeció «el cariño con el que fuimos recibidos» para añadir que «todos saben la pasión que siento por la revolución cubana».

Testimonio gráfico

Raúl Castro no se quedó atrás y expresó su satisfacción por la visita de Lula. «Los resultados han sido magníficos», dijo. «Además, Brasil es nuestro hermano mayor... Entre Brasil y Cuba ya somos doscientos millones».Ayer -algo que no ocurría desde octubre tras una visita de Hugo Chávez- los medios oficiales publicaron fotografías y la televisión emitió un breve vídeo de la «cálida» reunión entre Fidel Castro y Lula. El Comandante, delgado y sonriente, vestía su ya habitual chándal y zapatillas deportivas, y aparecía sentado en una mecedora de madera, mientras el líder brasileño ocupaba un sillón de mimbre. Ambos se intercambiaron una máquina de fotos con la que se retrataron. Luego, ya de pie se despidieron con un abrazo. «Me he sentido muy bien», dijo Castro mientras palmeaba la espalda de Lula, en presencia de un intérprete.De esta manera, la visita de Lula sirvió para ver de nuevo al veterano dirigente comunista además de tener un fuerte contenido comercial, pues se saldó con la firma de diez acuerdos, tres de ellos relacionados con el petróleo y que representan el regreso a la isla de la estatal carioca, Petrobrás.Junto a noticias sobre el encuentro entre ambos mandatarios apareció ayer la 'reflexión' 68 de Fidel titulada 'Regalo de Reyes'. En ella el líder cubano asegura que «constituye para mí una experiencia nueva: no es lo mismo hablar que escribir. Hoy que dispongo de más tiempo para informarme y meditar sobre lo que veo, apenas me alcanza para escribir». Luego denunció a George W. Bush por amenazar la seguridad del mundo, así como la «interconexión cada vez mayor entre el petróleo y alimentos».

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