lunes, 7 de enero de 2008

El stress no se toma vacaciones

Disculpen la hora jeje, pero es que tuve algunos problemas, pero aqui les dejo un Tema Genereal, Enjoy It!


El stress no se toma vacaciones

Cuando pensamos que el stress se toma vacaciones nos equivocamos. Estudios realizados demuestran que en esta época del año la alteración de la rutina y las cambiantes y altas temperaturas crean una tensión que te saca de las casillas y que permite instalar el stress en nuestros cuerpos.

Verano es el momento de disfrutar: sol, playa, campo, sierras, con un trago fresco en la mano, malla y ojotas. Se trabaja todo el año ansiando esta época que se supone nos traerá un poco de descanso. Muy por el contrario, esta estación viene cargada de efectos colaterales, puesto que relajarte y divertirte también crea ansiedad.

Las fiestas de fin de año, los cambios de rutina, trasladarse, nos ponen tensos y estas situaciones desorientan a tu cuerpo acostumbrado a un ritmo rutinario y constante.

Este es el tiempo, donde se supone todos estamos felices, las luces y coloridas vidrieras visten la ciudad, la gente se mueve por las calles comprando regalos, las agencias de viajes muestran lugares paradisíacos para disfrutar. Si no te sentís de esta manera, enseguida pensás que el problema sos vos y te auto castigás por no tener la misma energía festiva que el resto, otra razón estresante.
Como vivir las vacaciones full

Organizar un viaje –incluso de una semana- puede ser agotador: encontrar quien te reemplace en el trabajo, los trámites, pasajes, estadía, almuerzos, cenas, pensar quien cuidará del perro, quien regará las plantas, puede dejarte pasada de revoluciones y llegar al sitio vacacional deseado más tensa de lo que estabas en la ciudad. Estas agotadoras tareas no te van a permitir disfrutar de tu merecido descanso y una semana no va a ayudarte a sacar lo rígida que estás y no podrás disfrutar.

Las vacaciones de alguna manera pueden significar un trabajo, diferente al que se hace durante el año, pero trabajo al fin. Significan planificar, hacer colas, embotellamientos, rutas colmadas, destinos para nada relajantes, hasta para tomar un café tardan en atenderte… llegado el momento sólo queda convencerse de pasarlo bien sí o sí ya que pagaste por ello y en un abrir y cerrar de ojos la semana se termina. Muchas veces en lugar de descansar, aumentan nuestros niveles de tensión y al regreso estamos más exhaustas de lo que nos habíamos ido.



Si durante las vacaciones tenemos que cumplir una agenda que incluye paseos, excursiones, salidas nocturnas, pocas horas de sueño, en definitiva lo que hacemos es cambiar compromisos pero que requieren de un esfuerzo similar al que realizamos durante todo el año. Además de ello, hay que darle un tiempo al organismo para que se adapte a las nuevas condiciones y formas de vida que incluyen desde cambios alimentarios, el agua que consumimos, el clima diverso y actividades que se lleven a cabo. Estas diferencias pueden hacer que nuestras defensas bajen y estamos más propensos a padecer trastornos digestivos, respiratorios, dolores musculares y ansiedad.

¿Cuál es la solución anti stress?

Principalmente, saber con tiempo que tipo de descanso queremos.

Si bien el stress es uno de los males que afectan a gran parte de la población, la forma en que éste se vive depende también de la personalidad de cada uno. Para algunas personas el stress proviene de causas internas (conflictos sin resolver) y para otras de causas externas (aglutinamiento de personas, mucho tránsito). Por eso es importante elegir el lugar de destino adecuado para cada uno. Deberás evaluar si te agrada más realizar caminatas en un bosque, en el campo, escalar montañas o reposar en la playa rodeada de gente.

Planificar todo de antemano para evitar la mayor cantidad de contratiempos, elegir cuidadosamente con quien compartiremos esos días y poner metas claras son otras soluciones. Tal vez no necesitás irte de viaje, quizás empezar una actividad nueva, leer un libro, disfrutar con tus amigos, sea sumamente bueno para tu salud.

Si ya tu rutina es un caos, tirarte en la playa plagada de gente puede ser tu antídoto, pero si no es tu ritmo no creo sea para vos. El viaje de ida, la vuelta, comer cualquier cosa no va a ayudar a que retomes tu vida relajada y sin stress.



¿Estudias o trabajas?

Según una encuesta:


44% de los LatinoAmericanos quisiera
tener más tiempo para hacer
cursos o estudiar.


80% de las consultados
aseguró que dedica la mayor
parte de sus horas libres a
visitar a la familia y los amigos.
Y la diversión…


¿Para que momento las dejas?

Si ni en vacaciones podes controlar tus deseos frenéticos de entrar en un cyber, chequear tu correo, informarte que en la oficina todos estén haciendo bien su trabajo, si dejaste las llaves de archivos, la clave de la computadora, tu incapacidad por delegar responsabilidades, sos víctima del síndrome full time puesto de moda en estos tiempos que corren.

Las encuestas revelan que el 40% de los empleados contactan a sus jefes en vacaciones, la edad oscila entre los 21 y 35 años, y el 61% chequea su mail todos los días.
Las personas atadas a este tipo de situaciones vuelven mas cansadas de lo que se fueron



En cambio las que cortan con el trabajo en vacaciones son durante el año mucho más productivas; al volver renovados son más felices en sus trabajos.
Descansar prolonga la vida: quienes no se toman un respiro tienen una vida más corta.

Si estás de vacaciones no necesitás reportarte, mandar mails, hacer llamadas telefónicas, es tu tiempo libre y nadie es indispensable.

Si pensás que nada funciona bien, quiere decir que estás en camino a convertirte en una adicta al trabajo.

Apagá el celular, sacale la pila a tu pager y cuando te mueras por mirarlo pensá que es tu momento de relax, nada va a estar mejor ni peor.

Tomarse un reparador descanso no es una cuestión de lujos sino una necesidad. Y para ello deberás aprender a delegar con el convencimiento de que lo has hecho bien y que todo seguirá su curso normal mientras estés ausente.
Saca el pie del acelerador

Chau locura: Siempre que la ansiedad te ataque con pensamientos negativos (“No puedo con esto”) imagina una señal de stop, sugiere el medico David Posen. Después enfocate en cosas que te calmen y te den alegría. No es conveniente tomarse las vacaciones como una obligación: ir a la playa aunque no se tengan ganas, visitar un museo o realizar una excursión. No es un trabajo en el cual no se está permitido faltar. En tu descanso sos libre de elegir hacer lo que te provoque realmente placer. Solemos pensar que tenemos que disfrutar de todo “sólo porque es un lindo día” o porque “alguien nos dijo que no dejemos de ir a tal o cual lugar”. Entonces nos levantamos temprano para aprovechar al máximo del sol, luego salimos corriendo para llegar a tiempo de ver el museo y nuevamente a la carrera para salir a buscar un lugar para cenar sin demoras. Esto resta tiempo de sueño, el cual es necesario para cargar las pilas nuevamente. Elegí las actividades que realmente quieras hacer y no te tensen.

Tomar distancia: Una vez que te des cuenta de lo insignificante que son las causas del stress vas a dejar de verlas como catástrofes” sostiene el licenciado Zoglio. Dejá los problemas laborales y los no resueltos tras la puerta que has cerrado al irte de vacaciones. Unos días alejada, incluso pueden ayudarte a ver las cosas desde otro punto de vista y te será más fácil resolverlo al regreso. Delegá. Has dejado en manos de otros tus tareas laborales y tus temas personales. Confiá en que has hecho lo correcto. Si al retornar comprobás que te has equivocado, de todos modos nada será tan grave que no pueda solucionarse. Elegirás mejor la próxima vez. Dejá la mayor cantidad posible de temas resueltos antes de partir, para evitar estar pendiente de ellos.




Relajar la mente y el cuerpo: No consumas más bebidas de lo habitual, ni comas en demasía. No realices actividades excesivas si no estás acostumbrado a realizarlas durante el año. No intentes hacer en una semana o quince días lo que no hacés en los restantes días del año porque tu cuerpo no podrá asimilar rápidamente el cambio. Desenchufá tu cabeza olvidándote de las obligaciones cotidianas. El mundo se desenvuelve perfectamente aunque no estés pendiente de él todo el tiempo.

Combatir el calor, tomar bebidas frescas, agua, jugos naturales, descansar, usar ropa liviana y de colores claros, duchas con agua fresca y preferentemente actividades en horario de la mañana, son medidas inteligentes a tener en cuenta.

Esperamos que estos pequeños trucos te ayuden a reducir los efectos del stress de la ciudad y te permitan disfrutar a full de las tan deseadas vacaciones, porque el estrés debe tomarse un descanso.


Fuente: Suzanne Zoglio autora de “Recárgate en minutos”.
David Posen autor de “Pequeña guía para aliviar el stress”
Colaboración: Lic. Mirian Veiga

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