martes, 11 de marzo de 2008

Cómo tratar a personas Difíciles - Parte 2

3) El "chantaje emocional"

Una forma de manipulación: El chantaje emocional es un arma que se emplea con frecuencia para conseguir que el "interlocutor" haga lo que el chantajista se propone. El chantaje utiliza el sentimiento de culpa o la necesidad de sentirse valorado para manipular a los demás y lograr un resultado concreto.

Aunque esta técnica nunca funciona con personas seguras de sí mismas. Quienes la usan reconocen enseguida a las personas seguras de sí mismas y ni se proponen en emplearla. Así logran transmitir seguridad, que es el mejor antídoto contra esta clase de manipulación.

Soluciones:
-Procura detectar estos chantajes emocionales. Si te sientes culpable por negar algo a alguien o te molesta tener que dar una respuesta determinada, hazte la siguiente pregunta: "¿Estoy sufriendo un chantaje emocional?".

-Si tu interlocutor no siente remordimientos por emplear una táctica tan rastrera, tú tampoco debes sentirlo, así no caes en su trampa.

-Mantente firme: Si insiste, aplica la técnica del disco rallado. No permitas que te haga sentir mal: es esa persona la que se comporta injustamente, no tú.

4) El jefe que nunca te apoya

Problemas con los superiores: Los jefes difíciles pertenecen a la categoría de "gente más conflictiva" con la que puedes tener que tratar. El problema se agrava porque tienen en su mano tu carrera y, por eso, temes, de alguna manera "llevarle la contraria", como decimos aquí en Venezuela :P.

Aquí explicaré los diferentes tipos de jefes problemáticos que existen. El primero de ellos es el siguiente:

-El jefe que nunca te apoya: Suele ser amable y afable y acostumbra a tener un buen carácter. Pero cuando necesitas que tome una decisión, se escabulle, te ignora o simplemente desaparece.

Soluciones:
-Si pides una opinión sincera sobre tu desempeño, no hará ninguna crítica para no incomodarte. Lo único que llegarás a lograr es que te asegure una y mil veces que todo está bien. Si sospechas que hay algún problema, plantea la pregunta de otro modo: "¿Qué cree que podría hacer para mejorar mi trabajo?". Contestar a esta pregunta le hará sentirse útil en lugar de hiriente.

-Si tu jefe te contesta con evasivas, puedes dar por sentado que hay algún problema. Este tipo de jefe comentará mejor el problema si lo planteas como algo evidente.

-En el caso de que el jefe sea un indeciso que tiende a alargar eternamente la toma de una decisión, compórtate com si fueses una especie de asesor extra oficial y ayúdale a dar con la solución. O, si es posible, toma tú la decisión. Comenta el problema y di algo del estilo: "Es una gran idea. Le diré lo que yo haría...".

-Nunca presiones demasiado a esta clase de jefes. Al sentirse contra las cuerdas, tienden a tomar una decisión al azar, sin importar si es o no la más indicada, para no volver a oírte.

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