viernes, 1 de febrero de 2008

10 Tontos en un Cyber

Bueno, estaba yo, el cyber apestaba a Glade de vaya a saber uno de que, y como si eso solo no alcanzase para despertar mi mal humor, la música de Reggaeton sonaba a todo dar. Dentro de la panorámica que pude hacer del cyber encontré gente de lo peor, varios repetidos, pero en síntesis un mundo nuevo y desconocido para detallar:
  • El del Counter Strike: A este si que le aplico una cantidad de ganchos al hígado hasta que pierda el conocimiento. Generalmente están ciegos, con los ojos rojos como una media res de las largas horas que su mama le ruega que pase en el cyber para no verlo y darse cuenta de su error.
  • El estudiante: Despliega cuadernos, papeles y libros y es capaz de pasarse horas instalado en ese antro infesto, en el que desperdicia la mayor parte de su magra mensualidad en impresiones blanco y negro de baja calidad.
  • El obsesivo-compulsivo: Típico habitué del cyber, el ser humano que sufre esta condición es capaz de asistir al mentado local dos a tres veces en un mismo día.
  • El turista rasca: El mochilero europeo o yanqui porta su laptop y se instala en cualquier bar a disfrutar del Wi-Fi, mientras que el rasca recurre al locutorio en busca de soluciones a todos y cada uno de sus problemas.
  • El viejo renegado: Odia las computadoras más que nada en el mundo y se empeña en culpar a la tecnología por su incapacidad de adaptarse a los nuevos medios, por más que estos estén preparados para que los maneje con destreza un niño de 3 años.
  • La vieja de los mails en cadena: Hela aquí, a la vieja en persona: cincuentona malteñida que aprovecha los ratos libres en la mercería que atiende para acudir al cyber a diseminar su semilla infesta, en forma de girasoles con cara de bebés, cachorros en macetas y parejas abrazadas en imposibles atardeceres anaranjados.
  • El Ejecutivo: Este mogolito llega vestido de traje y con mirada soberbia, pretendiendo hacernos creer a todos que es un magnate, y que entró al cyber por que la notebook de su porsche es tan pero tan buena que no es compatible con el mundo humano.
  • El que tiene parientes afuera: Con un descaro absoluto pide una máquina con camarita y auriculares y skype mediante se dedica a hablar a los gritos con su hermano, amigo, sobrino o quién mierda sea que esté lejos, haciendo caso omiso de las caras de molestia del resto de los usuarios del local, que fantasean con hacerle tragar 150 tarjetas de llamadas de larga distancia con un embudo de plástico.
  • El Pornográfico: Hay personas que van al cyber y sin ningún tipo de pudor o de intento de demostrar respeto por sí mismos se ponen a divisar videos porno frente a un mar de personas desconocidas.
  • El que atiende: El pibe que trabaja en un locutorio encarna todos los males de la sociedad en una sola persona, y actúa con la impunidad de quien sabe que tiene el control de las cosas: tortura a los usuarios con música horrible, se encara a cuanta fémina cruce la puerta, abusa del Messenger y recibe constantemente las visitas de las lacras inoperantes que tiene de amigos, que no tienen nada mejor que hacer con sus vidas que “hacerle el aguante” a este infradotado.

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